Sean Gordon Murphy. Uno de los autores que más me fascinan en el mundo de los cómics y que irremediablemente se relaciona siempre con su excepcional trabajo en el Caballero Blanco, la versión del universo Batman que, entre otras cosas, hacía que el Joker recuperara la cordura para, desde la política, intentar derrocar al murciélago. Primero fue el Caballero Blanco, luego la maldición del Caballero blanco, un spin off con Harley Quinn y por último, al menos de momento, Más allá del Caballero Blanco. Todos estos cómics, sobresalientes.
Pues bien, Murphy ha reinventado con acierto el universo de Batman y parece que le ha cogido el gusto a esto de dar su propia versión de personajes míticos. Históricos en este caso, porque Sean Gordon coge la figura del Zorro y la moderniza para dejar, en mi opinión, uno de los grandes cómics de este año 2024.
Antes de seguir y vestirnos de negro como el defensor del pueblo de La Vega, vamos con el apartado técnico del cómic: guion y dibujo de Sean Gordon Murphy, color de Simon Gough, cartoné tapa dura, Norma Editorial, tamaño 20,5 x 31,3, 128 páginas y un precio de 29,50 euros.
Vamos con la reseña
Un apartado visual fuera de toda duda
Para muchos de nosotros, el Zorro está irremediablemente ligado a la literatura, pero también al cine. En concreto a la película de nuestro querido Antonio Banderas que puso de nuevo en lo más alto del panorama cultural a la figura de Diego de la Vega, el héroe de La Vega que hacía frente a las injusticias con el que poder sometía al pueblo. En ese caso, el español interpretaba al sucesor del Zorro y aquí veremos algo parecido, pero llevado a una época más actual y reconocible en nuestros días.
Sean arranca la historia con una introducción en la que el Zorro es solo una leyenda del pasado y el actor que la interpreta en su aniversario es el padre de dos hermanos, un niño y una niña. El dueño del cártel de la zona no quiere nada que recuerde a una revolución y asesina al padre de los niños en plena celebración y a la luz pública. Ya en el futuro, se nos mostrará a ella, la hermana, siendo parte del propio cártel y a él, el hermano, cogiendo el testigo del Zorro creyéndose que es la reencarnación del mismo. Un poco a lo Quijote, por cierto. Viendo molinos donde no los hay. Por lo tanto tendremos venganza, hermanos separados, un cártel de narcotraficantes que somete al pueblo de La Vega y a esa población que cuando vuelve a ver al Zorro nuevamente cree en su figura y en la salvación de sus tierras.
El guion no está nada mal, pero es innegable que este trabajo brilla sobre todo por una apartado visual tremendo reforzado por el gran tamaño de la edición de Norma Editorial. Puede que Sean Murphy haya superado incluso a todo lo hecho anteriormente en el Caballero Blanco. Lo que muestra aquí es apabullante y lo hace tanto en planos generales como en cortos. También brilla en escenas de acción y por supuesto hace grandes los escenarios que pueden ser rurales o selváticos, dependiendo del momento del punto de la historia en el que estés. Y como no, made in Murphy, esos momentos mitómanos en los que se entra a una sala y en ella hay todo tipo de material relacionado con el Zorro. ¡Impresionante! Os dejo el ejemplo concreto del que hablo y os aviso de que solo es la punta del iceberg del trabajo gráfico que tenemos aquí.
Y no solo brilla el dibujo sino también el color, obra de Simon Gough. Ese contraste intenso ente colores cálidos y fríos saca todo el potencial y toda la belleza de los escenarios que quiere mostrar Muprhy y eso hace que en todo momento te sientas atrapado por el instante que vives. El color siempre es importante y aquí brilla con una luz que siento que tenía que resaltar porque no pasa ni mucho menos desapercibido.
Como crítica negativa solo puedo irme al guion, porque visualmente es imposible darle réplica, y tampoco le pongo demasiadas pegas a la idea de Murphy. Es cierto que no es ‘El Padrino’ de los cómics, sin embargo, a quién le importa que no lo sea si todo lo demás es perfecto. Vale, la historia no te volará la cabeza, pero es original, divertida y perfecta para una aventura cuya principal función es entretenerte y revisar un mito muchas veces tratado. Ahí nadie le puede decir nada al autor porque su idea es más que acertada y el mérito de llevarla a cabo sin parecerte una locura, aunque lo sea, es digna de elogiar.
Por cierto, se vuelve a notar mucho que a Sean Murphy le encantan los coches. Si en Batman disfrutaba como un enano con los batmóviles diseñados, las motos, los carros de combate etc etc etc, aquí lo hace con el espectacular coche de la hermana y con duelos al volante en los que el Zorro estará más cerca de ‘A todo Gas’ que de una novela histórica de ficción. Este Zorro sobre ruedas es un auténtico disfrute, se lo aseguro.
Conclusión: visualmente el trabajo de Murphy y el color de Gough hacen que este cómic sea uno de los tebeos de 2024. No es que te entre por los ojos, es que te deslumbra. Aparte tiene un guion que sin ser complejo y extremadamente rebuscado logra que pases por alto algunas locuras para entregarte al disfrute y al entretenimiento.
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