Publicado por BearManor Media
Las “Edades” de los cómics son, por supuesto, bastante arbitrarias y, a menudo, es difícil encontrar dos personas que coincidan en cuándo termina una y comienza la otra.
Tiene sentido referirse a la década unique y posteriores como “La Edad de Oro”, pero ¿cuándo terminó exactamente? ¿Terminó cuando los superhéroes se extinguieron o incluyó el auge de los cómics de terror y crímenes de la década de 1950? ¿Y qué pasa con personajes como Superman o el Pato Donald que siguieron adelante sin pausa?
¿Y la Edad de Plata?
¡Ah, mi favorito! ¿Comenzó con el resurgimiento de Flash de DC o con los Cuatro Fantásticos?
¿O fue la última parte de la tan mencionada Marvel Age of Comics, que es una lata de gusanos completamente diferente?
Luego vino la extrañamente llamada Edad del Bronce, que se desarrolló principalmente en los años 70, aunque algunos incluyen los años 80 e incluso hasta los 90.
Después de eso, generalmente se lo conoce como “La Edad Moderna”, aunque ahora se está desvaneciendo lo suficiente como para que también sea difícil racionalizar ese título.
Para confundir aún más las cosas, llega el autor William Schoell con su nuevo libro, Superacción: La Edad del Cobre de DC Comics, 1984-1991. Si bien no hay duda de que los años 80 fueron una especie de renacimiento para el humilde cómic, justo antes del exceso de imágenes de los años 90 (que me llevó a abandonar mi lista de extracción), no estoy seguro de haberlo hecho. Categorizar las cosas como lo hizo Schoell, y resaltar solo DC, sacándolo del contexto de la industria en su conjunto, no le hace ningún favor al growth indie de esa época.
Aún así, es difícil negar que DC tenía la ventaja: Alan Moore, el DisasterBatman de Frank Miller, el reinicio de Superman de John Byrne, Nightwing, nuevos Robins, el nuevo JLA, el nuevo Flash, los nuevos Titanes, los Charlton Heroes y más. Y sí, todo eso está cubierto aquí. El problema es que también lo son muchos de los títulos y números menos interesantes que aparecieron en ese mismo período.
Schoell en gran medida simplemente vuelve a contar la trama de un tema tras otro dentro de su Edad del Cobre, sea o no una historia particularmente interesante o digna de mención. Por ejemplo, tanto Doug Moench como Alan Grant tuvieron numerosas buenas historias de Batman en este período, pero aquí todas tienen el mismo peso que las de Miller. El regreso del caballero oscuro o Batman: año uno. De vez en cuando, ofrece algunas críticas mínimas, pero en su mayor parte, parece que le encanta todo, incluso títulos menores como Hombres Omegael de piel azul hombre estrellao Oro de refuerzo.
Obviamente, Disaster en Tierras Infinitas merece y recibe una cobertura appreciable, pero después de eso, DC parecía estar estancada en sus “eventos” cruzados en toda la empresa. También se tratan aquí, por ejemplo, Leyendas, Milenio, Odisea Cósmica, Armageddon 2001y Guerra de los diosestodo lo cual sirvió principalmente para complicar la DCU aún más de lo que ya lo había sido, lo que llevó a reinicios de continuidad aparentemente interminables desde entonces.
El autor conoce claramente a los personajes, los creadores, los títulos y tiene al menos un conocimiento práctico de sus historias anteriores. Como descripción common de DC Comics entre 1984 y 1991, es una lectura larga pero interesante. Es sólo que no parecía tener un punto de vista más allá de simplemente reformular las tramas básicas de los muchos cómics cubiertos.
Sin colocar ninguno de estos temas e historias en un contexto fuera de la propia empresa, hay una brecha clara y obvia en el libro como en cualquier tipo de historia. Los que estuvimos allí ya conocemos las historias de los títulos que estábamos comprando entonces. Los nuevos fanáticos realmente no necesitan todos los detalles de la trama de libros que nunca han leído o que tal vez quieran leer.
Parece como si, en retrospectiva y desde una perspectiva moderna, hubiera una historia más perspicaz que la Superacción: La Edad del Cobre de DC Comics, 1984-1991 podría haber sido improvisado por un autor que conoce tan claramente su tema.
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