El ser humano es algo extraordinario. Hasta ahí, estamos todos de acuerdo. Pero ¿qué es exactamente lo que tiene de especial el Homo sapiens, qué es lo que lo hace único entre los demás animales, especialmente los simios, y cuándo adquirieron nuestros antepasados ese algo?
Desde que en 1856 los trabajadores de una cantera de piedra caliza del valle alemán de Neander descubrieran unos huesos fosilizados y vieran que algo no encajaba, la arqueología y la historia de la humanidad cambió para siempre: eran los primeros restos de neandertales que se documentaban. Los investigadores pronto se dieron cuenta de que ya habían encontrado a estos parientes humanos en fósiles anteriores que habían sido hallados e identificados erróneamente a lo largo de principios del siglo XIX. A lo largo del siglo pasado surgieron numerosas teorías, algunas de las cuales nos dicen más sobre la época en la que vivieron sus postulantes que sobre la evolución humana.
Puede que ninguna sea del todo mentira y casi seguro que ninguna es real al 100%, como pasó en el siglo XIX, el registro fósil se encarga cada día de tirar por tierra muchas de las teorías del origen de la humanidad. A continuación repasamos algunas de estas teorías y analizamos qué hay de verdad en ellas.
“La fabricación de herramientas es lo que hace único al ser humano”, escribió el antropólogo Kenneth Oakley en un artículo de 1944. Los simios utilizan objetos que encuentran a modo de herramienta, explica, “pero la primera actividad característicamente humana fue el modelar palos y piedras para un uso específico”.
A principios de la década de 1960, Louis Leakey atribuyó el origen de la fabricación de herramientas, y en consecuencia de la humanidad, a una especie llamada Homo habilis, que vivió en el África oriental hace unos 2,8 millones de años. Sin embargo, como han demostrado Jane Goodall y otros investigadores, los chimpancés también modelan palos para usos específicos. Por ejemplo, les quitan las hojas para “pescar” insectos que viven debajo de la tierra. Incluso los cuervos, que carecen de manos, son bastante hábiles.
Los investigadores no aseguraron que las herramientas fueran fabricadas y utilizadas por Paranthropus, porque homínidos de otros géneros (como Homo habilis) también frecuentaban la zona. Pero es una gran posibilidad.
Según el antropólogo Raymond Dart, nuestros antepasados diferían de los simios en que eran asesinos confirmados, es decir, criaturas carnívoras que “capturaban presas vivas con violencia, las mataban a golpes, despedazaban sus cadáveres maltrechos y los desmembraban una extremidad tras otra, saciando su sed salvaje con la sangre aún caliente de las víctimas y devorando ávidamente la carne palpitante”.
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