Uno de los platos fuertes es el ciclo dedicado a Sumiko Haneda, figura clave del documental japonés y una de las pocas cineastas de la posguerra. Haneda aborda temas como el cuidado, el envejecimiento y la conexión emocional con los objetos y seres vivos. Como ella misma expresó: «Mi principal interés es encontrar el alma en aquello que filmo».
Su obra, con más de 100 títulos, explora desde la preservación de la naturaleza hasta la vida rural en Japón, con una sensibilidad que trasciende fronteras. Su legado se podrá disfrutar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid hasta el 15 de diciembre y en la Filmoteca de València en enero.
JFF THEATER ofrece ocho títulos organizados en dos colecciones: Los giros de la vida, donde drama y comedia se entrelazan, y Pequeños movimientos, grandes emociones, dedicada a la animación stop-motion de Yashiro Takeshi. Según Keiko Morito, directora de la Fundación Japón en Madrid: «Queremos que los jóvenes que descubrieron Japón a través del manga y el anime profundicen su interés por nuestra cultura a través del cine».
Desde su fundación en 1972, esta institución promueve el intercambio cultural y el entendimiento mutuo a través del arte, la lengua y los estudios japoneses. Iniciativas como JFF THEATER o los ciclos dedicados a cineastas como Haneda son reflejo de su compromiso. Morito destacó que, desde la apertura del centro en Madrid hace 15 años, el interés por la cultura japonesa ha crecido exponencialmente.
La invitación está hecha: explorar el cine japonés no es solo disfrutar de grandes historias, sino también entender un poco mejor el alma de un país.
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